“En otra vida fui mexicana”

“En otra vida fui mexicana”
Antes de volver a la ficción junto con su hermano en Atracción x 4, la actriz habla de su deseo por trabajar en el país azteca y de sus sueños con Pico Mónaco. Inseguridad y precauciones.

Por Ana Seoane

Con sus 21 años, Luisana Lopilato sólo pone condiciones a la hora de sacarse fotografías, porque siempre debe lucir la ropa de la empresa que la tiene contratada como modelo. Se entusiasma al anticipar cómo será su participación en la comedia romántica, musical y juvenil que emitirá Canal 13, con producción de Ideas del Sur. Ya grabó dos semanas en exteriores para Atracción x 4, donde compartió horas de trabajo con Gabriel “Puma” Goity, Carola Reyna, Jorge Suárez, Rodrigo Guirao Díaz, Elías Viñoles, Camila Bordonaba y Juana Du-barry.

—¿Cuáles son las ventajas y desventajas de trabajar con el hermano?
—Para mí son todas ventajas, él me conoce y con una mirada nos entendemos. Podemos compartir lo que nos pasa en las grabaciones, en el día a día. Además, Darío me centra mucho.

—¿Estarán en diferentes familias en “Atracción x 4”?
—Sí, me tocó integrar la más pobre, aunque después mejorará su posición. Lo que más me atrajo de este programa es la posibilidad de cantar, incluso tendré mi propia banda. Hace bastante tiempo que estoy componiendo y escribiendo temas, junto a mi hermana Daniela y este año grabé un demo. Además, empecé a estudiar guitarra, una vez por semana.

—¿Le gusta más que el saxo?
—Son dos instrumentos muy diferentes, a la guitarra la agarrás y ya está, mientras que el saxo exige una preparación previa, es casi un ritual. Hay que sacar la boquilla, limpiarla, tardás mucho tiempo antes de empezar a tocar... Igual puedo retomarlo cuando quiera.

—¿Sobre qué temas compone?
—Escribimos sobre el amor, con música pop. Son canciones compartidas con Daniela, mi hermana, que de los tres es la verdadera actriz de la familia. Siempre tiene humor, es extrovertida, pero recién ahora se puso a estudiar teatro con mi maestro (Julio Chávez). Con él estudié tres años, seguramente en 2009, haré un nuevo curso intensivo.

—¿Le gustaría participar en comedias musicales?
—Me encantaría. El año pasado me convocaron para hacer Cantando bajo la lluvia, pero finalmente no se concretó. También me había presentado en el casting de Cabaret, aunque no quedé.

—¿Tiene amigos en el ambiente artístico?
—Sí, Guillermo Francella, Martín Seefeld, Erica Rivas y Diego Topa. Quizás no los pueda ver muy seguido, porque nuestro trabajo es muy rotativo. Todo el tiempo conocés gente y cambiás de ambiente. Pero a ellos, puntualmente, me los encuentro en los cumpleaños y nos hablamos por teléfono. A veces con mi hermano vamos a comer con Guillermo (Francella), aunque no es lo mismo que cuando grabábamos todos los días.

—¿Cómo ve la televisión actual? ¿Le teme al rating?
—No prendo la tele y cuando lo hago es para ver alguna película. La verdad no miro eso y ni me importa. Hago un programa que me gusta, la paso bien, me divierto, voy a trabajar, pero no me meto en esos temas. Soy de escuchar mucha radio, la tengo en el auto y sigo a la Metro.

—¿Le interesa la actualidad?
—Me entero de todo lo que pasa. Leo el diario y miro los noticieros.



—¿Qué siente frente a la inseguridad?
—La vivo muy mal. Soy muy miedosa, por eso me cuido mucho, aunque no tengo una guardia de seguridad. Cuando salgo, al volver, siempre llamo y aviso que voy a entrar a mi casa, sea la hora que sea. Incluso doy varias vueltas con el auto, para ver que no haya ningún sospechoso. Hace un tiempo, a mí ya me robaron, apuntándome con un revólver y desde ese momento quedé muy traumada. Estoy siempre pendiente de quién está a mi lado en la calle, miro permanentemente hacia atrás. No puedo caminar tranquila, ni siquiera por la avenida Santa Fe... Nunca sé si me miran porque me reconocen o porque me quieren robar...

—¿Cómo es su relación con el público?
—La paso bien. No me molesta ni sacarme fotos, ni firmar autógrafos. Lo siento como parte de mi trabajo. Si esto no lo tuviera, no podría vivir... todos los días entramos a las casas de ellos...

—¿Su proyecto es quedarse?
—No lo sé. Tuve dos propuestas de México y la verdad es un lugar donde me gustaría probar. El año pasado fui y me encantó. Debería aprender a hablar en neutro, pero siento que en otra vida fui mexicana. Podría vivir comiendo tacos, me apasionan los picantes y toda su comida.

—¿Y las novelas de allí?
—Con mi hermana siempre seguimos mucho a Thalía, las vimos en todas sus tiras. Me gusta ella y la paz que emana; pero también somos admiradoras de Andrea del Boca...

—¿Cuáles son sus debilidades femeninas?
—Las carteras y las comidas... Me cuido mucho, pero me encanta comer. Por eso siempre llevo conmigo desde manzanas hasta barritas de cereales.

—¿Cree que su profesión o el ambiente cambiaron?
—Empecé a los seis años y todo cambió. Cuando miro Volver siento que la tele era más ingenua y sana. Hoy hay violencia en todas partes.

—¿Qué balance hace de su labor en el teatro infantil?
—Estoy contenta con lo que pasó. Nadie creía que íbamos a tener tanto éxito. Se desbordó la cantidad de espectadores, llenábamos todos los días y los chicos la pasaban muy bien. En mi caso, soy feliz arriba de un escenario, porque es donde mejor lo paso.

—¿Puede compararlo con “Arlequino”?
—Arlequino de Goldoni fue mi primera experiencia en teatro. Hay diferencias al actuar frente a los niños o ante adultos. Me enseñó mucho Daniel Casablanca (de “Los Macocos”) con sólo compartir el escenario con él.

Confianza y privilegio
Si de la vida y el trabajo se trata, Lopilato no tiene dobleces.

—¿Qué la saca de las casillas?
—Me ponen de muy mal humor tanto el maltrato, como el griterío.

—¿Se siente una privilegiada al tener trabajo y amor?
—Sí, hoy en día en la Argentina no todo el mundo trabaja de lo que le gusta. Es muy difícil conseguirlo, pero es gratificante.

—¿Y su noviazgo con Juan Mónaco?
—Muy bien.

—¿Le gusta el tenis?
—La verdad no entiendo mucho. Miro los partidos sólo cuando juega mi novio. El es muy apasionado de su profesión.

—¿Lo acompaña al exterior?
—Cuando puedo sí. Me impresionó la cantidad de fanáticos que tiene en Europa. No sabía que afuera había tantos seguidores de ese deporte.

—¿Es celosa?
—No, aunque en realidad lo normal, si no, no podría estar en paz. Estoy centrada en mi trabajo, mi familia y mis amigos. Creo que lo primordial es la confianza y además somos chicos. Mis padres tienen 30 años de casados y desde muy chica dije que quería casarme bien joven, pero por ahora no...Tal vez me pueda ir a vivir a otro lado...

—¿Cuál cree que es el secreto de sus padres para seguir juntos?
—Me parece que son fundamentales el humor y compartir proyectos.

—¿Proyectos?
—Para el año que viene ya tengo tres propuestas, dos son con Alicia Zanca, una de ellas para el San Martín, es una adaptación que hizo ella.

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